Llega un momento en todo periodo de vacaciones que uno se aburre de no hacer nada e irónicamente tampoco se le ocurre qué hacer. Las horas se vuelven tediosas y pasan por delante de tus narices sin que te des cuenta. Llega el final del día sin que apenas te hayas movido del sofá para sentarte a la mesa a comer. Esto me ha pasado durante estas primeras vacaciones de …
