Con sus 260 kilómetros de costa, Cádiz, al este de Andalucía, es la provincia española soñada. Deslumbra por sus pequeños, aunque encantadores pueblos blancos, su arquitectura, sus playas y por supuesto su gastronomía.
Chiclana de la Frontera es una de las ciudades más turísticas e importantes de la zona. A las afueras de la ciudad, junto al mar, se encuentra la reconocida urbanización de Sancti Petri, el lugar perfecto para alojarse en vuestra visita a la comarca. Esta dividida en la antigua Sancti Petri, llena de comercios y restaurantes de todo tipo, perfecta para hacer vida nocturna; y Novo Sancti Petri, rodeada de campos de golf, hoteles de 4 y 5 estrellas y centros comerciales. Pero no os asustéis, entre tanto lujo, aún quedan alojamientos dirigidos al turista medio. Si queréis refrescaros pegándoos un baño, la playa de la Barrosa es una de las más grandes e importantes de la zona, situada justo en frente de este punto urbano. En su extremo este, se encuentra el puerto deportivo y con él una oportunidad única para practicar vuestros deportes acuáticos favoritos tales como el windsurf o el paddle surf. Desde aquí, podréis además, visitar la isla de Sancti Petri y su castillo (los lunes la entrada es gratuita), por la que pasaron anteriormente figuras como Aníbal o Julio César. La excursión se puede realizar cómodamente en un pequeño barco o si lo preferís, en kayak, por vuestra cuenta o con un instructor. Es una actividad perfecta para toda la familia que no conlleva ningún peligro puesto que la zona está rodeada de bancos de arena y el oleaje es prácticamente nulo.

Tras el paseo y si no deseáis desplazaros para comer, el restaurante de la Asociación de Pescadores Cano Chanarro es una muy buena opción, con pescado siempre fresco pescado por la asociación. Por el contrario si deseáis un menú más elaborado y rico (consecuentemente más caro), el restaurante El Farito situado en el Centro Comercial Bellamar, a escasos kilómetros del puerto, es una opción más que recomendable. Disfrutaréis de toda una variedad de platos creativos e innovadores galardonados con El premio a la mejor presentación de la primera semana gastronómica del atún salvaje.
En vuestra estancia, no podéis perderos además, los famosos mercadillos de la ciudad de Chiclana, siempre repletos de gente. No olvidéis comprar unas aceitunas en uno de los muchos puestos; no lo lamentaréis. Tras las compras, podéis seguir andando por las céntricas calles y seguro acabaréis por toparos con alguna que otra sorpresa: una clase de spinning al aire libre, un concierto de música clásica… Cuando os entre hambre, dirigíos a la calle Arroyuelo y en el número 14 encontraréis la Cervecería la Marítima: un local muy frecuentado por los chiclaneros dónde disfrutaréis de todo un surtido de tapas, de entre las que destaca la tapita marutxa.

Sanlúcar de Barrameda es otra de las paradas imprescindibles. Paseando por sus históricas calles, atisbaréis múltiples obras arquitectónicas como las antiguas murallas de la ciudad, el castillo de Santiago o la alborotada plaza Cabildo. Además no podéis perderos el parque de Doñana, Patrimonio de la Humanidad, ni tampoco las famosas carreras de caballos en la playa*, lo que pondrá punto y espero que aparte a este maravilloso viaje por este rincón de la costa andaluza.
*Las carreras de caballos de Sanlúcar son un espectáculo al que no asistí entonces pero sí que recomendé y que no volvería a recomendar en la actualidad gracias a los conocimientos sobre Turismo Responsable con Animales de los que dispongo ahora. Desde este, mi humilde blog, no quiero promocionar actividades que impliquen espectáculos con animales en cautividad y otras modalidades de explotación animal, cosa que sí sucede en estas carreras.
No os culpéis por haber participado en este tipo de actividades en el pasado, todos lo hemos hecho, pero pensad cuáles son las implicaciones de volverlo a hacer.