Recientemente popular por ser uno de los escenarios de la más que mítica serie Juego de Tronos y también set permanente de El Chiringuito de Pepe, Peñíscola es uno de los pueblos más bellos y encantadores de la costa valenciana. El auge del turismo español a mediados de los años 60 transformó este pequeño pueblo pesquero en uno de los destinos vacacionales más demandados de la comunidad y el considerable número de hoteles y edificios de apartamentos que se aglutinan alrededor del casco antiguo y junto a la playa es prueba de ello. Aun así, este es un lugar que bien merece una visita.

Por supuesto, aquello ineludible para el viajero es la visita al conjunto amurallado que conforma el casco antiguo de la ciudad así como su castillo construido por los templarios y transformado en la residencia del conocido como Papa Luna. Justo al lado del palacio papal se encuentra el antiguo faro, que muchos reconoceréis por ser la residencia temporal de Mariana y Balotelli en la serie española. También es imprescindible pasear por el Parque de la Artillería que conformaban los antiguos jardines privados del papa, ahora reconvertidos en parque botánico, en el que se pueden encontrar múltiples ejemplos de la flora autóctona del lugar.

Peñíscola

Tras la comida, podéis aprovechar para visitar el resto del pueblo. Pasear por sus estrechas y empinadas callejuelas con el rumor del mar de fondo es una delicia. Entre sus edificios más ilustres, destaca la conocida Casa de las Conchas cuya fachada está totalmente cubierta de estos caparazones marinos. También es interesante entrar en el Museo del mar y descubrir el fascinante pasado marinero de la villa. Para impregnarse aun más de la cultura local debéis entrar en la cervecería-tienda Badum y probar alguna de las cervezas artesanas del mismo nombre y quizá comprar alguna botella para llevárosla a casa. ¡Y ya que estáis en la costa no podéis volver a casa sin pegarnos un buen chapuzón en las templadas y tranquilas aguas del Mediterráneo!.

Al anochecer podéis pasear por el paseo marítimo, disfrutar de la iluminación del castillo y sentaros en algún bar a cenar y/o tomarse una «copichuela», el más famoso es el Entre dos Aguas, un pub moderno cuya terraza está «flotando» sobre el agua, y poner la guinda a este maravilloso y relajante viaje.

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