Aish París, París, París… Mi historia con la Ciudad de la Luz es la de un amor platónico que se convirtió en amor a primera vista y que vive ahora una relación de larga duración. Mi corazón pertenecerá para siempre a sus cafés, sus bulevares, sus museos y a ese encanto y esa magia de otra época que sólo se pueden describir como parisinos. Y es que algo que significa tanto para mí como es viajar, no se podría concebir sin la capital francesa… La primera vez que salí al extranjero, allá por el 2008, mis padres nos llevaron a Disneyland París y visitamos una noche la Torre Eiffel. Quedé totalmente encandilado por las luces de aquel armatoste de metal… Al año siguiente, volví al que dicen es el lugar más feliz de la Tierra, esta vez con mi mejor amigo, para celebrar mi cumpleaños e incluso nos saltamos un día de colegio. ¿Puede haber algo mejor para un niño de 10 años? Un tiempo después, mis compañeros de clase escogieron París como destino del viaje de fin de curso. Fue la primera vez que descubrí realmente la ciudad y lo hicimos de la mano de la persona más aventurera y fascinante que he conocido: mi profesora de lenguas. 4 días realmente memorables. La última vez fue el año pasado; mis dos inseparables compañeras de viaje y yo viajamos a París para celebrar que habíamos acabado el Bachillerato. Era la primera vez que salíamos al extranjero solos, sin adultos y fue una experiencia realmente asombrosa. España es mi país pero París es sin duda mi ciudad.

Dicen por eso que la Ciudad del Amor es un destino caro y yo que estoy medio en desacuerdo, os traigo una pequeña guía para enamoraros de París sin tener que dejaros un riñón:

Transporte, ¿cómo llegar y moverse por París?

Metro de París

Existen tres formas básicas de llegar a la capital francesa:

En coche, que os conferirá una mayor libertad y es perfecto si incluís París en un tour por el norte de Francia y/o si queréis dedicar uno o dos días a visitar Disneyland, situado a las afueras de la ciudad. Por otro lado y si os decidís a viajar por carretera, os recomendaría alojaros en la periferia y evitar a toda costa conducir por el centro de la ciudad; la forma de conducir de los franceses es de las más frenéticas que he visto y si se lo sumamos a las grandes avenidas y las rotondas con siete salidas, puede resultar un auténtico caos.

En tren. Existe la posibilidad de llegar en distintos tipos de trenes regionales y de alta velocidad desde casi cualquier punto de Europa y según me han hecho saber hoy mismo, a precios bastante competitivos. Viajar en ferrocarril me ha parecido siempre de lo más romántico y no lo descarto para una futura visita a mi adorada ciudad.

En avión, para mi la opción más rápida, económica y relativamente cómoda. París es una de las principales capitales del mundo y como tal tiene infinitas conexiones aéreas repartidas entre sus tres aeropuertos: Charles de Gaulle, Orly y Beauvais. Al primero llegan vuelos transoceánicos e internaciones, por lo que si salís desde alguna ciudad europea es poco probable que aterricéis aquí. El segundo, a 15 kilómetros del centro, está generalmente destinado a vuelos nacionales y europeos. Por otro lado, tenemos Beauvais, al que vuelan algunas compañías low-cost, pero ¡atención con este último! Los vuelos a Beauvais son realmente baratos, algunos por debajo de los 60€, pero hay que tener en cuenta que este aeropuerto está situado a 80 kilómetros del centro de París y que para llegar hasta él, hay que coger un bus «lanzadera» que cuesta 30€ ida y vuelta. Al final y si no calculáis bien estos enlaces, como nos pasó a nosotros, os puede salir más caro que coger directamente un vuelo a Orly. Además, este tipo de vuelos se suelen operar desde aeropuertos secundarios como en nuestro caso el de Girona (vivimos en Barcelona) lo que implica más desplazamiento, más tiempo y más dinero. Pensáoslo muy bien antes de reservar. Vuelo Girona – París Beauvais + bus lanzadera 72,4 + 30 = 102,4€.

Una vez en la ciudad, el servicio de transportes públicos es muy completo y eficaz. El metro es de los más utilizados tanto por turistas como por los propios parisinos ya que en general está limpio, es rápido, llega a casi cualquier punto de la ciudad y el precio es más que ajustado. Nosotros compramos un billete de 10 viajes por 14,10€, que fue más que suficiente para visitar la ciudad durante 4 días, de hecho hicimos exactamente 10 viajes en metro. Siendo totalmente sincero he de decir que en realidad hicimos 11 y que uno no lo pagamos. Nuestra última noche en la ciudad nos la tomamos con mucha calma y  pasaban de las 12 cuando entrábamos en una boca de metro junto a Champs de Mars. Al llegar al torno, nos encontramos con que no funcionaba y que todo el mundo se estaba «colando» así que, agotados después de más de 20 kilómetros andados, decidimos seguir su ejemplo. Es evidente que en casos como este queda más que justificado no pagar la entrada, pero cuidado porque aunque colarse en el metro en cualquier situación está ampliamente extendido entre algunos parisinos (ya lo veréis), existen multas muy elevadas por hacerlo y no es para nada recomendable.

También existe el RER (tren de cercanías), prácticamente obligatorio si hacéis alguna excursión a las afueras de la ciudad, como es el caso del Palacio de Versalles. Para llegar hasta aquí, por ejemplo, hay que coger la línea C en dirección Versailles – Rive Gauche. No tiene pérdida, es la última estación. El precio es de 7,10€ ida y vuelta, que hay que pagar a parte, no entra en el billete de metro.

El servicio de autobuses es realmente amplio y permite llegar a zonas más alejadas, aunque nosotros no lo utilizamos ninguna vez porque el metro nos era más que suficiente y al final nos acabamos moviendo en él como peces en el agua. Eso sí, una madre y una hija colombianas que conocimos en la cola de entrada a las catacumbas nos comentaron que aunque barato, el bus era lento y daba muchas vueltas, por lo que salía más a cuenta el servicio de metro.

Por otro lado es cierto que París es una ciudad que invita a andar, andar y andar y descubrir así todos los rincones de sus encantadores barrios. Nosotros ya veníamos con esta idea así que al final acabamos utilizando el metro sólo para los trayectos entre el hotel y el centro. Pero si queréis viajar indefinidamente y evitaros largas caminatas, existen distintos tipos de pase como el Pase Navigo o el Paris Visite, a partir de 20€ y que os permitirán utilizar por completo la red de transportes públicos de la ciudad. Nosotros estuvimos tanteando la posibilidad de hacernos con uno pero el problema era que solo ofrecían 1,2,3 y 5 días y al final tendríamos que acabar pagando de más o pagar por algo que no utilizaríamos.

En cualquier caso os recomiendo que examinéis con calma las distintas posibilidades y decidáis que os va mejor con vuestro viaje. Para ello consultad la web de transportes de París.

Alojamiento, ¿dónde dormir?

Vistas de la torre Eiffel desde l’Arc de Triomphe

La oferta de alojamiento de París es prácticamente infinita. Hoteles, hostales, apartamentos, casas con encanto, mansiones y hasta buhardillas he llegado a ver en Internet. Lo mejor es pasar algunas horas navegando y simplemente escoger según vuestros gustos y necesidades. Lo que os puedo recomendar es que lo hagáis con un mínimo de 4 meses de antelación ya que al ser una de las ciudades más turísticas del mundo, las ofertas vuelan. Además, también es importante saber que la ciudad está dividida en 20 barrios circulares dispuestos en forma de caracol, conocidos como arrondissements y que evidentemente cuanto más os alejéis del centro, más barato os resultará hospedaros. Sin embargo, existen algunas excepciones: Los distritos 6,7 y 16, por ejemplo, tienen las mejores vistas a la torre Eiffel y son por este motivo los más caros y lujosos. Montmartre, en el 18, es el hogar de artistas y estudiantes y uno de los distritos más recomendados para alojarse, aunque en los últimos años está viviendo un boom turístico y empiezan a subir los precios.

Nosotros nos instalamos a las afueras del mencionado distrito 18, en el hotel Formula 1 Paris Porte de Montmartre. La cadena Fórmula 1 es de las más conocidas en el país vecino por sus bajos precios y sí, doy fe de que los tienen. Por otro lado, estoy prácticamente seguro de que no repetiríamos la experiencia, ya que los baños no estaban del todo limpios y además el hotel se encontraba junto a un puente de la autopista, por lo que el ruido por la noche era ensordecedor. Nosotros ya éramos conscientes de esto cuando reservamos (lo de los baños no) y no le dimos demasiada importancia porque era lo más barato que encontramos y al final sólo íbamos a ir a dormir, pero personalmente os instaría a que busquéis algo un poco más confortable. Podéis reservar vuestro alojamiento a través de Booking y ayudarme de esta forma a seguir viajando.

Al final, a nosotros 3 noches en una habitación triple con baño compartido con el resto de la planta nos salió por 47€. El desayuno se pagaba a parte y costaba 4€ por persona y día.

Comida, ¿restaurante o no restaurante?

Bistrot de Montmartre

Aquí sí que tengo que estar de acuerdo, comer en París puede resultar bastante caro. Esto se debe básicamente a dos motivos: la propia actividad turística, que suele encarecer los precios y el concepto francés de «restaurante». En España estamos acostumbrados a los bares y restaurantes de menú o de comida casera dónde, entre semana, podemos comer bien por entre 8 y 12 euros. En Francia y en general en el resto de Europa, este concepto de «restaurante de barrio» no está tan desarrollado y sus restaurantes son lo que aquí conoceríamos como «restaurante elegante», por lo que sus precios son más caros. Pero no os preocupéis, no pasaréis hambre pues aún existen muchas posibilidades para comer bueno, bonito y barato. Los puestos de comida callejera, por ejemplo, están ampliamente extendidos y uno en particular, donde venden perritos calientes con bacon y queso (¡están riquisísimos!), es muy popular entre los turistas. Después, os recomendaría que os acercaseis al Quartier Latin (barrio latino), junto a Notre Dame, porque aquí sí podréis encontrar sitios donde comer de menú y a muy buen precio. Nosotros comimos en un coqueto restaurante decorado como una cabaña alpina por 10€, bebida incluida. En Montmartre y si buscáis bien, también encontraréis alguna opción económica. Nosotros disfrutamos de una pizza casera en una monada de italiano por 13€. En las callejuelas del distrito XVI, junto a la Torre Eiffel, también es posible comer bien por poco dinero, pero habrá que buscar un poquito más. Nosotros, después de andar un buen rato, entramos por casualidad en una tienda de comida para llevar, gestionada por un encantador matrimonio chino y comimos en su diminuta terraza por menos de 8€. Además, existe un lugar muy cerquita del Museo del Louvre llamado Self Service Tuileries, al que nuestros profesores nos llevaron un par de veces y dónde también es posible comerse un buen plato combinado por 10€ con la bebida incluida.

Otra muy buena idea, que pusimos en práctica la última vez que estuvimos en la ciudad, es comprar sándwiches, ensaladas, snacks, platos preparados o lo que más os apetezca en algún supermercado e improvisar un picnic al aire libre en uno de los muchos parques de la ciudad. En especial, yo os recomendaría hacerlo en Champs de Mars y disfrutar de una rica cena con vistas de primera fila a la torre Eiffel por poco más de 5€.

Los que me conocéis y/o leéis mi blog, sabéis que no soy un gran fan de McDonald’s, pero en este caso yo haría una excepción y os recomendaría que entrarais en especial al de Champs Elysées. La comida es la misma que en todos sus establecimientos pero es de lo más curioso comer por 7 u 8 euros en una de las avenidas más caras del mundo y que incluso unos guardas trajeados te registren y te pasen el detector al entrar. Toda una experiencia parisina a bajo coste.

Comer y cenar en París 4 días, siguiendo las anteriores recomendaciones, 60€ aproximadamente.

Descubrir París, ¿qué ver y visitar?

Momia en el museo del Louvre

Una de las cosas que más me sigue sorprendiendo de París, especialmente después de haber estado este  último verano en Florencia y Dublín, es lo económicas que son las entradas a los monumentos. De hecho, de las 8 visitas que realizamos durante 4 días, sólo pagamos 3. Esto se debe a su «política» general de entrada a las atracciones turísticas que asegura la gratuidad para los menores de 18 años y para los residentes europeos hasta los 25 años. Sólo con enseñar el DNI o el pasaporte, pasaréis gratis y para los mayores de 25 años, podéis consultar los precios en la página de turismo de París.

Otra recomendación es que madruguéis y os presentéis en la puerta de los monumentos lo más pronto posible porque se forman unas colas tremendas. Por supuesto este consejo es válido para cualquier ciudad. Nosotros cometimos el error de levantarnos tarde el último día porque estábamos ya cansados y sólo teníamos planeada la visita a las catacumbas; ¡y lo pagamos con creces! Estuvimos haciendo cola prácticamente 4 horas y por poco no perdemos el vuelo de vuelta.

A continuación tenéis una lista con todas las actividades que hicimos y lo que nos costó (precios por persona):

  • Visitar el Museo del Louvre: Gratuito. Las exposiciones temporales hay que pagarlas a parte.
  • Visitar la Catedral de Notre Dame y subir a las torres: Gratuito. No os olvidéis un fular o una camiseta para taparos porque si no, no os dejarán entrar a la nave principal. A nosotros nos pasó.
  • Entrar y subir al Arco de Triunfo: Gratuito.
  • Visitar la Basílica del Sacré-Coeur: Gratuito.
  • Visitar el Palacio de Versailles: Gratuito. (Ver precio del transporte).
  • Subir a la Torre Eiffel: 13,50€.
  • Bajar a las catacumbas: 8€. Gratuito para menores de 18 años.
  • Disfrutar de un paseo por el río Sena en bateau-mouche: 15€.

Compras. Caprichitos y souvenirs.

Avenida de los Champs Elysées, la milla de oro de París

París es la capital de la moda y de las compras, así que ya os podréis imaginar la cantidad de tiendas que hay por todas partes. Pero no sólo de ropa, también de recuerdos, de dulces y chocolate y en general de casi cualquier cosa que os podáis imaginar. La tentación es grande pero lo que yo digo siempre: gastad con cabeza y dejaos los souvenirs para el último día.

Una cosa que yo sí tenía claro que quería comprar era los macarons, esos dulces de colores en forma de mini hamburguesas. Mi profesora, que había estado muchas veces en la ciudad, me recomendó una tienda en especial donde según ella vendían los mejores: la Biscuiterie de Montmartre. Había de muchos sabores y lo cierto es que estaban todos deliciosos pero eso sí, si compráis aquí, preparad la cartera. Una caja metálica con 6 macarons: 15€.  Aunque la verdad: los valen.

Por otro lado y a pesar de que llevéis vuestro viaje cien por cien planificado, siempre pueden surgir imprevistos. Nosotros nos topamos aquel mes de junio con una de las mayores olas de calor que se habían visto en Europa en los últimos años. De verdad, no os imagináis el calor que hacía, incluso tuvimos que meternos en las fuentes del Jardín de Trocadero para refrescarnos… Por eso, tuvimos además que emplear una parte del presupuesto que no habíamos previsto en comprar botellas de agua. El primer día fuimos comprando botellas individuales, de medio litro, pero como vimos que nos íbamos a dejar un riñón en agua, decidimos comprar garrafas de 5 litros en un supermercado, rellenarlas antes de salir del hotel por las mañanas e ir llenándolas en las fuentes públicas que encontrábamos. No lo contabilizamos pero yo diría que al final nos dejamos como 15€ por persona sólo en agua.

PRESUPUESTO TOTAL PARA VIAJAR 4 DÍAS A PARÍS: 309,10€, aproximada y orientativamente.

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