El pasado año 2020, a pesar de todo, pudimos hacer una escapada de una semana al Pirineo. Disfrutamos como nunca en aquellas tierras encantadas de la alta montaña y conseguimos desconectar, por un momento, de lo que estaba ocurriendo en nuestras vidas cotidianas, así como en el resto del mundo. Fue un viajazo, 10 de 10 y sabemos lo afortunados que fuimos; pero tampoco os mentiré, sí que nos supo a poco y se nos quedó la espinita clavada por no haber podido coger un avión, por no habernos podido esforzar con el idioma, no haber probado nuevos y emocionantes platos y por no haber podido ponerle cara y ojos a alguno de todos aquellos puntos marcados en el mapa.
Con el nuevo año, aguardábamos con escepticismo la llegada de la posible normalidad o al menos, de una cierta estabilidad que nos permitiese volver a calzarnos las botas, colgarnos la mochila y la cámara e iniciar el viaje en los controles del aeropuerto y con la duda y el nerviosismo de habernos olvidado algo en casa.
Ciertamente, la normalidad no ha llegado. Tampoco sé a ciencia cierta si esto que estamos viviendo se puede llamar «estabilidad»; pero al menos, las fronteras han vuelto abrir y el turismo se ha puesto en marcha, con restricciones, mascarilla y limitaciones horarias, pero al fin y al cabo, en marcha.
Y nosotros no hemos querido mirar este resurgimiento a través de la ventana, sino ser partícipes de él en primerísima persona. Además, aprovechamos que terminábamos nuestros respectivos estudios superiores como una oportunidad para realizar una aventura especial, no de proporciones épicas como hubiésemos soñado para tan señaladas fechas, pero sí que como un buen pistoletazo de salida a nuestro tan ansiado verano. De esta forma, señalamos junio en el calendario y partimos rumbo a uno de los destinos que llevaba tiempo en el baúl de los sueños y con el que más ganas nos habíamos quedado años atrás: Cinque Terre. Decir debo, que no fue una experiencia especialmente barata, pero mereció la pena cada céntimo pagado por ella y ahora vengo a contaros cuantos céntimos fueron exactamente; para que os deis vosotros también un primer – o no primer – capricho viajero y reinaugurar así el apartado «presupuesto viajero» en su estado más internacional.
¡Vamos allá pues!
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Nuestra ruta.
Nuestra ruta en transporte público por Las Cinque Terre tuvo una duración de 5 días y 4 noches entre el 20 y el 24 de junio de 2021, durante los cuales utilizamos el pequeño pueblo costero de La Spezia como campamento base. El grupo viajero lo conformamos sólo dos personas.
La primera jornada del viaje, sobre las 15:00, tomamos un vuelo desde el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat hasta el Aeropuerto Amerigo Vespucci de Florencia y desde aquí, nos trasladamos en tranvía hasta el centro de la ciudad. Dejamos las maletas en la consigna de la Estación Central y recorrimos en dos horas el centro de Florencia. Después, volvimos a la estación y sobre las 19:00, cogimos un tren con trasbordo en dirección a La Spezia, donde la casera de nuestro apartamento nos estaba esperando con las llaves.
La mañana del segundo día, cogimos de nuevo el tren hasta Monterosso el Mare y exploramos su coqueto centro histórico. Por la tarde, nos subimos a otro tren y visitamos Vernazza.
El tercer día, tras realizarme en La Spezia las respectivas pruebas COVID necesarias para regresar a casa, volvimos a Vernazza y realizamos el Trekking Vernazza – Corniglia. Visitamos este segundo pueblo y por la tarde fuimos a ver Manarola, donde disfrutamos de su espectacular atardecer.
El cuarto día nos lo tomamos con algo más de calma y la mañana se la dedicamos por completo a La Spezia. Comimos en el apartamento y visitamos el último pueblo que nos quedaba por ver en Las Cinque Terre: Riomaggiore. Aquí, hicimos una hora de kayak y terminamos el día disfrutando de una deliciosa pizza a bajo coste.
El último día, devolvimos las llaves del apartamento y dejamos las maletas en otra consigna frente a la estación de tren. Nos dirigimos al puerto y tomamos un ferry que nos dejó en Porto Venere, considerado como la sexta tierra. Visitamos la preciosa localidad, comimos y volvimos a La Spezia para, sobre las 16:30, coger otro tren con trasbordo de vuelta a Florencia. Allí tomamos el tranvía de nuevo hasta el aeropuerto y a las 21:30 nos acomodamos en los asientos de pasillo para regresar ya a casa.
Transporte, ¿cómo llegar y moverse por Las Cinque Terre?

El Parque Nacional de Las Cinque Terre, así como las ciudades de La Spezia, Porto Venere y el Golfo de los Poetas, forman parte de la escarpada Riviera Italiana, en la provincia de Liguria; y aunque no podemos considerar que esta sea una zona especialmente remota, ni aislada; si viajáis en transporte público, que es lo más recomendado, sí que deberéis hacer más de un trasbordo y más de dos…
Para empezar, el aeropuerto más cercano es el Aeropuerto Internacional Galileo Galilei de Pisa, el cual se utiliza comúnmente como puerta de entrada a la región de Las Cinque Terre debido a su fácil, rápida y barata conexión en tren con La Spezia (1 hora de trayecto y unos 18 euros aproximadamente). De esta forma, se puede aprovechar el viaje además para visitar la famosa torre inclinada, en la Piazza dei Miracoli e incluso hacer una escapada a la vecina Florencia, a otra hora de viaje en tren desde Pisa.
Además, el Aeropuerto de Pisa es prácticamente único en Europa, al encontrarse a menos de 2 kilómetros del centro de la ciudad; trayecto que, si queréis, podéis hacer perfectamente caminando y así ahorraros unas pelas en el transporte. Si vais muy cargados con el equipaje o no queréis abrasaros con el ardiente calor veraniego, también disponéis de un monorraíl llamado Pisa Mover, situado al oeste del aeropuerto, que conecta directamente con la Estación Central de Pisa, desde donde salen los trenes para La Spezia. El precio de este es de 5 euros por trayecto y podéis adquirir los billetes en las máquinas en el mismo aeropuerto. He de decir, por eso, que el precio me pareció realmente una estafa porque son solamente 5 minutos de trayecto, aunque sí que es cierto que es muy cómodo y eficiente. Una tercera opción es coger un autobús interurbano, que sale desde el mismo parking del aeropuerto y cuyo precio es de unos dos euros. La línea que os dejará en la estación de tren es la de Viareggio/Pietrasanta. Sino, ya sólo os queda pagar un viaje en taxi o en un transfer privado. Para más información, consultad la página oficial del aeropuerto.
Sin embargo, el problema con el que nosotros batallamos al viajar todavía en plena pandemia por el COVID, fue el de las múltiples restricciones que muchos países (incluido Italia) todavía disponían para los viajeros, tanto nacionales como internacionales; motivo por el cual las conexiones aéreas se habían limitado mucho en comparación a otros años pre-pandemia. Por eso, al comprar los pasajes, NO encontramos vuelos directos entre Barcelona y Pisa y tuvimos que aterrizar en Florencia, a unas dos horas en tren de La Spezia. Desde este pasado agosto de 2021, por eso, ya se han restablecido los vuelos directos a Pisa. El billete de avión de ida y vuelta en clase turista nos costó 85,98€ por persona, más un bono de 4€ que nos permitiría cancelar el vuelo y cambiar de fecha los billetes gratuitamente y que pagamos por si a caso. En total, 89,98€.
Si vosotros os habéis planteado la ruta también desde Florencia, os cuento que para llegar a la Estación Central de Santa Maria La Novella (desde donde coger un tren hasta La Spezia), la solución más rápida, eficaz y sobre todo económica, es la del tranvía interurbano. Este se toma, nada más salir del aeropuerto, torciendo a la izquierda (os dejo aquí el mapa). El billete cuesta 1,5€ por trayecto y lo podéis utilizar tantas veces como queráis en los 90 minutos posteriores a la primera validación.
Una vez en el centro de Florencia, nosotros aprovechamos la hora y media u hora cuarenta y cinco que teníamos hasta la salida de nuestro tren para recorrer un poco el centro de la ciudad. Para no ir cargados, dejamos el equipaje en la conserjería de la propia estación, lo cual nos costó 6€ por pieza (coste hasta 5 horas).

El billete de tren en segunda clase y con trasbordo entre Santa Maria La Novella y La Spezia Centrale (unas dos horas y media de viaje aproximadamente) nos costó 27,90€ por persona ida y vuelta. La verdad, pese a la «mala fama» de la red ferroviaria italiana, nosotros no pudimos ir más cómodos en aquel vagón, que además iba completamente vacío y fue súper puntual. De volver a Las Cinque Terre, probablemente repetiríamos el trayecto en tren. Para adquirir los pasajes, utilizamos el portal de búsquedas Omio (antiguamente GoEuro), que te permite comparar y comprar los tickets de tren, autobús e incluso avión para toda Europa. Era la primera vez que lo utilizábamos y realmente ha sido el descubrimiento del año: es muy cómodo y fácil de usar y su aplicación móvil es una auténtica maravilla ya que te permite llevar los billetes electrónicos y te envía notificaciones con la evolución de los horarios. La seguiremos usando, seguro.
Una vez en La Spezia, el mejor medio de transporte para moverse dentro del Parque Nacional de las Cinque Terre vuelve a ser el ferrocarril. Este sale desde La Spezia Centrale y para en los cinco pueblos, Riomaggiore, Manarola, Corniglia, Vernazza y Monterosso y llega hasta Levanto, con una frecuencia aproximada de 4 trenes por hora. En cuanto al precio, depende del trayecto, pero los tickets cuestan unos 4 euros por viaje. Según nuestra experiencia, lo más rentable en este caso es hacerse con una Cinque Terre Card:
La Cinque Terre Card.
Existen dos tipos de tarjeta:
La Cinque Terre Trekking Card, que incluye:
- Acceso ilimitado a los senderos del Parque Nacional (el precio individual de cada uno ya ronda los 7 euros).
- Uso gratuito de los baños de la estación.
- Uso ilimitado de los autobuses locales del interior del Parque.
- Descuentos en los museos de La Spezia.
El precio es de 7,50€ para un día o 14,50€ para dos días. Más información, en la página oficial del Parque.
La Cinque Terre Treno Ms Card, la cual es una asociación con Trenitalia e incluye todos los servicios de la anterior Cinque Terre Trekking Card, más viajes ilimitados en los trenes de la línea Spezia Centrale – Levanto. Podéis consultar todas las tarifas y descuentos de esta segunda tarjeta en la página oficial del Parque.
Nosotros nos hicimos con la Cinque Terre Treno Ms Card para tres días, la cual nos costó 41€ por persona. Podéis adquirirlas directamente en cualquier estación del Parque, en La Spezia Centrale o por Internet.

En cuanto a este tipo de tarjetas, siempre recomiendo hacer un poco de planificación de lo que queréis visitar y de cuantos trayectos en tren tenéis intención de realizar, para ver si realmente os saldría a cuenta haceros con ella o es mejor comprar billetes de tren individuales. Nosotros calculamos que haciendo tres trayectos en tren al día, más uno de los senderos a pie, ya nos salía a cuenta adquirir la Cinque Terre Card, así que no dudamos ni un segundo en pagar por ella. Yo os dejo toda la información para que vosotros podáis hacer vuestros propios cálculos.
Fuera del Parque Nacional y si queréis visitar alguno de los pueblos del Golfo de los Poetas como Lerici o Porto Venere, la opción más económica es la del autobús interurbano. Cada trayecto cuesta unos dos euros y lo mejor es que preguntéis directamente en la Oficina de Turismo de La Spezia en qué parada coger cada línea. Si preferís que vuestra excursión sea un poco más especial, la otra opción es tomar un ferry, como hicimos nosotros. Los barcos salen desde el mismo puerto de La Spezia y recorren prácticamente todo el litoral de la región, desde Moneglia, pasando por Las Cinque Terre, Porto Venere, el archipiélago Spezzino y Lerici hasta Viareggio. Podéis consultar todos los horarios y tarifas en la página web oficial del Consorcio Marítimo Turístico de Las Cinque Terre y el Golfo de los Poetas. Nosotros visitamos Porto Venere en barco y el trayecto de ida y vuelta nos costó 15€ por persona. Mientras tanto, como era el último día de viaje y ya habíamos devuelto las llaves del apartamento, tuvimos que dejar nuestro equipaje en una conserjería que había más abajo de la estación central, llamada World Services S.A (os dejó la ubicación aquí). El precio era de 5€ por pieza de equipaje y día.
De esta forma, el gasto total en transporte, sumando todos los trayectos en avión, transporte público y barco, más los servicios de conserjería y la Cinque Terre Card, fue de 187,88€ por persona.
Alojamiento, ¿dónde dormir?
Si vuestro viaje se va a centrar exclusivamente (o casi) en Las Cinque Terre y no las vais a visitar como parte de una excursión de un día desde Pisa o Florencia (cosa que tampoco recomiendo), básicamente tenéis dos opciones para alojaros: hacerlo dentro del Parque Nacional o en alguno de los pueblos de alrededor, como La Spezia. Ambas opciones tienen, por supuesto, sus pros y sus contras. Para empezar, pernoctar en alguno de los cinco pueblos tiene que ser una experiencia inolvidable: levantarse por la mañana con vistas al mar o a alguna de las callejuelas multicolor, disfrutar de la zona en soledad cuando los turistas se van por la noche… Pero por contra, las opciones de alojamiento son escasas y mucho más costosas y todo por una simple razón: Las Cinque Terre son pueblos pequeños y hay mucho menos espacio físico donde construir hoteles y edificios de apartamentos.
En cambio, La Spezia es mucho más grande y dispone de muchas más opciones de alojamiento para todos los gustos y bolsillos, además de que se encuentra a sólo 10 minutos del Parque en tren.

Desde luego, si tenéis el presupuesto, yo no lo dudaría: alojaos en Monterosso, Vernaza, Corniglia, Riomaggiore o Manarola (el primero es el que tiene la mayor infraestructura). La experiencia de bien seguro debe compensar el desembolso. Eso sí, reservad con la mayor antelación posible ya que las plazas se agotan rapidísimo, aunque este consejo, como ya sabéis, es aplicable para todas las situaciones.
Pero si vuestro presupuesto es algo más modesto, como el nuestro, os aseguro que La Spezia es otra muy buena opción. Como decía, está muy bien conectado por tren y por mar con Las Cinque Terre, con el resto de pueblos del Golfo y con los dos aeropuertos más cercanos. Además, la calidad-precio de los alojamientos es inmejorable y la ciudad está perfectamente surtida y preparada para acogernos a nosotros, los turistas. Nosotros nos alojamos en un coqueto apartamento de dos habitaciones, a 10 minutos de la estación caminando, que nos costó 138,80€ + 15€ de tasa turística, que hubimos de pagar en efectivo una vez allí (2,50€ por persona y noche). En total 153,80€ por persona. A propósito de la tasa turística, si hacéis los cálculos, veréis que no salen las cuentas. Eso es porque, inicialmente, íbamos a ser 3 los componentes de este viaje, pero al final la tercera persona no pudo venir, con tan mala pata que nos olvidamos de modificar la reserva y la casera hubo de cobrarnos – porque así lo marcaba la ley – 3 tasas turísticas. Pequeños errores que cometemos en los viajes, tanto o más que en la vida. Vosotros aseguraos de que vuestra reserva está correcta y además si alquiláis vuestro alojamiento a través de este link, no os costará nada extra y yo me llevaré una comisión que me ayudará a seguir viajando.
De esta forma, el gasto total en alojamiento fue de 153,80€ por persona.
Comida, ¿restaurante o no restaurante?

De entrada, os diré que comer en Las Cinque Terre no es especialmente barato. De nuevo, nos encontramos con el «problema» de que los pueblos son pequeños y no existe una oferta ilimitada de restauración. Así, los «pocos» negocios de hostelería que han tenido la suerte de abrir, decidieron – por qué no decirlo – hinchar un poquito los precios aprovechando la gran afluencia turística de los últimos años.
Nosotros, ya que disponíamos de un apartamento con una cocina completamente equipada, optamos por comer al mediodía en alguno de los pueblos y cenar todas las noches en el apartamento, para ahorrar un poco y aprovechar bien los días de viaje. Siempre lo digo: no hay mejor forma de abaratar un viaje que ir a hacer la compra y cocinar para uno mismo (por ello, yo os recomendaría decantaros por un apartamento en vez de un hotel). Tuvimos suerte porque a la vuelta de la esquina de nuestro alojamiento había un Carrefour, así que no teníamos que perder demasiado tiempo en ello. Los precios de los productos en los supermercados eran más o menos como en España. Comprando lo básico para sobrevivir unos cuantos días: agua, pan, leche, cereales, algo de fruta y verdura, yogures, pasta, salsa de tomate, etc; nos gastamos 20,10€ por persona.
Dentro del Parque Nacional, hicimos 2 comidas y una cena y otra comida en la localidad de Porto Venere y de media pagamos, por un primero, postre y/o café, más el indeseado «coperto» (una tasa de servicio obligatoria), 21,06€ por persona. El resto de comidas, como os decía, las hicimos en el apartamento. Para que os hagáis una idea, la comida más cara fue la del último día en Porto Venere, donde pagamos 29€ (aunque comprensible ya que pedí ostras de entrante); y la más barata fue la noche que cenamos en la espectacular Pizzería Kepris, en Riomaggiore, donde una pizza y un refresco nos costó 14€. Como veis, no es el destino más barato para comer, pero sí que tiene opciones para todos los bolsillos. Además de la italianísima pizza, que por otro lado no es propia de la región, tenéis tiendas de paninis y focaccias por doquier, donde comer a precios más razonables que los de un restaurante tradicional. Aunque igual que os digo que cocinéis en vuestro alojamiento para ahorrar, os recomiendo que, al menos un día, os deis un caprichito gastronómico y os sentéis en alguno de los ristorantes o trattorias de Las Cinque Terre. No lo lamentaréis, porque, que España me perdone, en ningún sitio se come como en Italia. ¡Ñam!
Otra cosa a parte son los celebérrimos y cremosísimos gelato, que aunque tampoco baratos, están riquísimos y son esenciales para refrescarse durante los cálidos veranos en la Riviera. Si queréis degustar uno, o dos, o tres de estas cremosas delicias congeladas, lo mínimo que vais a pagar va a ser 3,50€ por la tarrina o el cucurucho pequeño. No, nada barato pero un día es un día, o dos o tres…

De esta forma, el gasto total en comida fue de 113,85€ por persona.
Descubrir Las Cinque Terre, ¿qué hacer, ver y visitar?
Si hasta ahora, este artículo os había parecido que no era más que una ristra de sablazos a troche y moche y que no ibais a ser capaces de llegar hasta la cuenta final, no os preocupéis; porque el qué hacer, ver o visitar, en cuanto a actividades turísticas se refiere, es con certeza lo más barato del viaje a Las Cinque Terre. Y es que realmente, no existe «nada» concreto que hacer dentro del Parque Nacional, más que pasear y pasear, recorrer con mimo esos preciosísimos centros históricos, disfrutar de alguna de las inolvidables puestas de sol, darse un chapuzón en las cálidas y cristalinas aguas del Mar Mediterráneo, saltar de tienda en tienda y de restaurante en restaurante y en general, disfrutar del Dolce far niente y de la Dolce Vita en este rincón de la preciosa Riviera Italiana.

Más allá de esto y si queréis apuntar en vuestra lista alguna experiencia algo más «activa», nada mejor que atreverse con alguno de los senderos que cruzan Las Tierras de punta a punta, especialmente la vía azul que va en paralelo a la costa. Realmente imprescindible si venís hasta Liguria. El pase a todos los caminos está incluido con cualquiera de las dos Cinque Terre Card (véase el apartado transporte). Cuidado por eso, porque los senderos se cierran muy a menudo debido a desprendimientos y tareas de limpieza y mantenimiento; en la oficina de turismo de las Cinque Terre os darán un mapa con la situación de los senderos en el momento de vuestra visita.
Otra de las actividades que nosotros disfrutamos muchísimo, fue la hora de kayak que hicimos en Riomaggiore con la empresa Cinque Terre Adventure. Nos costó 10€ y aunque no fue el mejor paseo en kayak de nuestras vidas, sí que nos aportó una perspectiva del pueblo completamente diferente y más que interesante. También muy recomendada.
Fuera del parque, en el pueblo de La Spezia concretamente, existe una oferta cultural muy extensa, que estoy seguro valdrá la pena recorrer si tenéis algún tiempo extra. Nosotros nos lo guardamos para la siguiente visita y os dejamos el link a la página web de la Oficina de Turismo de La Spezia para que echéis un vistazo a todos los museos y actividades que os esperan. Si además visitáis Porto Venere, otro destino más que recomendado en la región de Liguria, no os podéis perder la visita al Castelo Doria, cuya entrada me costó 5€.
De esta forma, el gasto total en visitas y actividades fue de 15€ por persona.
Compras. Caprichitos y souvenirs.
Ya estamos terminando el artículo y como me suele gustar a mí, he dejado para el final los souvenirs. En este viaje, sin embargo, disfruté tanto de cada segundo, me llevé tan buen sabor de boca de Las Cinque Terre – literal y figuradamente – que no vi necesario llevarme ningún objeto a casa para recordar el viaje, pues sabía que no lo iba a olvidar fácilmente. De todas maneras, sí que entré y compré en alguna de las decenas de tiendas de recuerdos que había esparcidas por toda la costa, para acompañar a mi amiga Roser – quien he de decir que se dejó un riñón comprando – y para satisfacer algunos encargos muy específicos que me habían hecho amigos y familiares. En una postal, dos llaveros, un mechero y una bola de nieve, me dejé la friolera de 18,20€. No, nada nada barato, pero es lo que tienen este tipo de cosas.

Si vosotros preferís alejaros de las típicas «turistadas» y llevaros a casa algo más original y típico de la región que regalar a vuestros allegados o quedaros para vosotros mismos, os recomiendo que entréis en alguna de las queserías, charcuterías, panaderías o tiendas de comestibles tradicionales que hay esparcidas por toda Liguria. Alguno de sus productos más célebres son el pesto, la pasta trofie, el limón (y cualquier producto hecho de este), la focaccia y la farinata, alguno de los vinos con Denominación de Origen Cinqueterre Sciacchetrà, una buena botella de aceite de oliva virgen extra o alguno de los dulces tradicionales como el pan dulce genovés o los amaretti.
Nosotros entramos en un coqueto comercio que había muy cerca de nuestro apartamento en La Spezia (os dejo la ubicación por si os interesa), donde nos dejamos aconsejar por su encantadora dueña y acabamos comprando un par de bolsas de pasta trofie, una de tres colores y una al limón y un bote de pesto casero, todo por 12,50€.
De esta forma, el gasto total en compras, caprichos y souvenirs fue de 30,70€ por persona.
Otros gastos:
Generalmente, los presupuestos viajeros suelen terminar en el apartado anterior, pero tratándose este de un viaje tan especial, no sólo por el destino, sino por la situación sanitaria a nivel internacional, nos surgieron un par de gastos extraordinarios que era imperativo afrontar, como realizarse los correspondientes Test PCR o antígenos necesarios para volar y cruzar la frontera:
Tests COVID.
Es evidente que la situación epidemiológica de los distintos países y regiones evoluciona de una forma tan rápida, que cualquier medida de seguridad o control fronterizo que yo apunte en este apartado, probablemente estará desfasada en el futuro en el que tú, querido lector, te encuentres; por eso es importantísimo siempre consultar las fuentes oficiales, como en este caso la Página del Ministerio de Asuntos Exteriores, donde se especifican todos los requisitos actualizados de entrada a Italia y de vuelta a España.
Durante nuestro viaje en junio de 2021, para entrar en Italia por medio aéreo era necesario presentar un test PCR, realizado 72 horas antes del embarque o un test de antígenos, hecho 48 horas antes. Para regresar a España, se aplicaban los mismos requisitos y también era válido un documento acreditativo de recuperación por COVID. Mi compañera Roser pudo utilizar este segundo método y ahorrarse uno de los tests, mientras que yo tuve que pagar por los dos, ya que hacía más de un año que había pasado el virus.
El precio de los tests varía de una ciudad a otra y de una clínica a otra, pero los antígenos suelen estar entre los 30 y los 60 euros y los PCR cuestan a partir de 60 euros. Nosotros nos hicimos un test de antígenos el viernes previo al embarque en el Hospital Quirónsalud del Vallès, que nos costó 60€ (aunque después descubrimos que en otras clínicas salía a mitad de precio) y el martes siguiente, yo hube de realizarme otro test de antígenos en el Centro Médico CMD de La Spezia (se debe reservar y pagar por adelantado), que costó 29€. En total 89€, que aunque fueran realmente necesarios, nos dolió mucho en la cartera y más cuando después no nos pidieron los resultados en ningún sitio, ni a la ida, ni a la vuelta. Pero bueno hecho está y más valía curarse en espanto. Los que leáis esto desde el futuro, espero que nos hayamos deshecho de una vez por todas de este bicho y podamos viajar libremente sin preocuparnos por los tests COVID.
De esta forma, la suma total de otros gastos fue de 89€ por persona.
PRESUPUESTO TOTAL PARA VIAJAR 5 DÍAS A LAS CINQUE TERRE: 590,23€, aproximada y orientativamente.
¡Buon viaggio y que disfrutéis tanto de Las Cinque Terre como lo hicimos nosotros!